domingo, 4 de noviembre de 2012

Enrique Ibarreta

    Enrique Ibarreta
Pedro Enrique de Ibarreta y Uhagon, nació en Bilbao el 8 de agosto de 1859, en el seno de una familia aristocrática, una de sus hermanas fue dama de honor de la reina María Cristina. Ingresó en la Escuela Militar de Ingenieros en Guadalajara, donde se destacó por su clara inteligencia y sus condiciones naturales de líder entre sus condiscípulos. Su padre, al enterarse que se había  batido a  duelo con un condiscípulo, consideró que su hijo no era digno de pertenecer al ejército y lo retiró del colegio, sin concluir sus estudios.
Se radicó en nuestro país, primero en Buenos Aires, luego en Córdoba, donde revalidó su título, y después a Rosario. Se desempeñó como Ingeniero Geógrafo; en tal carácter trabajó en la mensura de un campo de 100 leguas, propiedad del banquero Carlos Casado del Alisal, en el Chaco santafecino. En mayo de 1895, emprendió una nueva expedición, esta vez al alto Paraguay y la frontera con Brasil en busca de yacimientos auríferos, emprendimiento que, también, por poco no termina trágicamente, ya que él y sus acompañantes fueron rescatados  por un vaporcito de una compañía harinera que operaba en Puerto Deseado, Paraguay, en pésimo estado físico.
El proyecto sufrió una postergación al incorporarse en calidad de voluntario a las fuerzas de su patria que luchaban en cuba. Participó de numerosos combates mereciendo por el valor demostrado una importante condecoración y un grado de oficial que le auguraba un destino brillante en  la carrera de las armas.
En 1897 regresó a Buenos Aires donde se proveyó de un equipo y de la información disponible para concretar su aspiración de navegar en el Pilcomayo en toda su extensión, partiendo de Bolivia.
Enrique de Ibarreta se quedó en el campamento con Telésforo Burgos, el peón enfermo, y con Manuel Díaz. Cerca del campamento de Ibarreta se encontraba una toldería pilagás gobernada por el cacique Cubataga, quienes mantenían  un trato cordial con los exploradores, ganándose la confianza de Ibarreta.
En una oportunidad visitaron el campamento, con el pretexto de vender una oveja los hijos del cacique Juanito y Danasagi. Mientras Juanito entretenía a Ibarreta tratando la venta del ovino, Danagasi acercándose sigilosamente, le aplicó de atrás un golpe de macana hundiéndole el cráneo; después lo degollaron a Díaz y saquearon el campamento, Burgos corrió la misma suerte. Este relato que los indios tobas hicieron a José Fernández Cancio, comerciante de Clorinda, gran amigo de los indios.

Cuando hablamos de descubridores españoles nuestra mente viaja a los lejanos tiempos del siglo XVI y XVII, cuando el orbe parecía ser poco para el ávido explorar de nuestros compatriotas. Pero he aquí que tenemos exploradores y descubridores a la vuelta de nuestra historia.

Personajes que han caído en el profundo olvido por parte de sus compatriotas y de la historia. Uno de esos personajes, cercano en el tiempo, pero remoto por su espíritu de lucha y de sacrificio en estos tiempos egoístas es Enrique de Ibarreta.

Esta entrda me la recomendo mi padre que me dijo que podía hacer una entrada sobre Ibarreta que era muy interesante y además un explorador español.







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